UN SOLO VASO.

whisky

Un vaso de Whisky por favor, sin hielos y sin agua,  seco como la esencia de mi espíritu  y este corazón que desde hace días no distingue de sabores,  quizás con un poco más de tiempo se aclaren un poco mis ideas y mis pensamientos, dijo el extraño hombre al cantinero quien daba la espalda con mucho cuidado detrás de la barra  para abrir una nueva  botella de whisky,  la puso  firmemente sobre la  mesa y con una mirada fija y descarada analizo centímetro a centímetro la apariencia y postura del extraño visitante a tan singular antro. Terminó de servir el vaso, mientras pensaba la razón por la cual veían de manera tan especial  a este extraño desarreglado que lo único que parecía tener era pulgas en el enmarañado pelo que cubría su rostro.

–  Primer trago,  una pareja se come a besos en la esquina, diciéndose cosas que a la voz publica serían un escándalo, pero en su intimidad parece un juego de niños  deseosos de comerse el postre que para unos es tan prohibido y para los que en realidad están vivos solo es la forma de darle a la noche calor.

Xivra es como te llaman verdad extraño – dijo el cantinero como buscando su mirada de manera inquisitiva.
Si así es como me nombran en la calle.. – Dijo Xivra mientras se podía  ver la imagen la luz del exterior entraba por las rendijas de la ventana y mostraban su rostro  limpio y claro al cantinero que no pudo dejar de mirarlo con ojos de incógnita, su rostro no parecía el de un hombre de la edad que decían los demás tenia, y su mirada no era la de un loco, era como la de cualquiera, sin nada en especial, sin temor ni alegría, era como cualquier extraño que pasa por el pueblo a tomarse una copa, solo que  notablemente peor vestido.

-Segundo trago,  los rostros de todos los demás asiduos visitantes a esa cantina volteaban de vez en vez para mirar con la siniestra figura iba recobrando la postura y empezaba a mostrar sus ojos, y quizás alguna que otra sonrisa burlona hacia los incrédulos caballeros que tramaban algún plan para hacerse ricos con poco esfuerzo y  que  no paraban de susurrar y moverse uno por uno al baño esperando encontrar alguna respuesta a su  interminable lluvia de dudas y temores. Sus botas gastadas parecían descansar libres sobre la silla de un lado, mientras sus pantalones daban a notar el cansancio de la mezclilla cuando no ha sido cambiada en semanas o meses. La postura digna de un patán con su camisa blanco  y medio pecho descubierto , pero con la seguridad de un casanova adornado por piedras mas baratas que la bebida que estaba ingiriendo, “EL DESCARO”, habrían pensado los señores del la abadía.

-Es curioso como me voltean a ver todos- dijo Xivra al cantinero- Acaso nunca han visto a un trovador sin guitarra, o acaso saben algo que yo ignore, o mejor aun -dijo con un poco de sarcasmo- les han contado historias horripilantes de brujas, elfos y fantasmas que deambulan por los cementerios esperando que ustedes se descuiden para hacerlos orinarse de miedo.

-Que haces aquí extraño, en vez de preguntar mejor contesta, y contesta pronto, porque no eres bienvenido en esta ciudad, y la verdad no queremos mas problemas, así que es mejor que seas claro, o que crees que porque conoces al Niccolo vas a poder mantener a la gente alejada de ti.. – Dijo en tono molesto el cantinero.

– NO lo se, no tengo idea que estoy haciendo aquí, pero solo de algo estoy seguro, los cambios empezaran y van a ser grandes y no solo par ti, triste servidor de vasos sucios y malas bebidas, el cambio es para muchos mas de los que te imaginas, pero aun no lo hemos descubierto, para eso vengo, para descifrar los rincones en donde se esconde el futuro, el pasado y el presente de los habitantes de este miserable pueblo, peor no te asustes, mi caliope rondara tu noche y cuidara tus espaldas.

– Tercer trago, el humo del cigarro empieza a ser molesto y el espejo  que se encuentra detrás de la barra parece haber tomado un cierto color  azul, en el cual  se refleja su desalineada  figura y las mesas a su espalda , fue cuando  la silueta de  una mujer que cruza por la  puerta que separa lo que le espera  de lo que conoce, volteó a ver el espejo por un segundo agachando la cabeza  mientras se cierra la puerta. Y así la sus miradas se cruzaron por un momento,  su piel blanca como la espuma del mar que lo vio regresar, sus cabello rizado y oscuro como la noche misma y el hechizante brillo de sus ojos, la misma noche  parecía haber puesto dos luceros ahí.. solo un segundo de mirada fue necesario  para devolverle  los recuerdos de  lo que fue alguna vez, a encontrarse con un momento que paralizó el sitio por un segundo, el tiempo necesario para escribir las coplas de una historia de amor en su cabeza, y la  falta del mismo para poder terminar de pensar de manera analítica lo que esa mirada le hizo vivir.

¿Quien era esa mujer?, preguntó Xivra al cantinero con una sonrisa en su rostro y los ojos del pillo que acaba de echarle la culpa a otro de su fechoría. ¿Quien es?

-Cual mujer caballero, dijo el cantinero mientras volteaba a ver el vaso de whisky que había quedado vacío con ese último trago.

La que acaba de marcharse por esa puerta , hace unos segundos, dijo señalando la puerta a su espalda que se reflejaba en el espejo.

-¿Cuando? dijo el cantinero mientras soltaba una carcajada,  -Creo que el poeta regreso loco – grito a todos los  demás  malandrines que se encontraban en el Bar y una risa  al unisono se hizo escuchar, con ese ensordecedor tono de burla que no solo aturde si no lastima.

Acabo de verla marcharse, el espejo detrás de ti me mostró su rostro blanco y cabello oscuro marcando su partida , pero  en cuanto voltee la puerta ya estaba cerrada..  Cuando termino esa frase, el abrupto silencio se apodero del lugar, parecía que un viento frió había entrado por la ventana y enfrió la bebida de todos los asiduos visitantes a ese lugar,  incluso el trovador a quien nadie había notado  mientras  hacia su mejor esfuerzo para complacer a su publico había callado por ese momento, dejando la canción a medias.

Xivra corrió hacia la puerta en busca de la figura que había visto salir, dejando bailoteando  sobre la barra del bar la moneda de la paga de su bebida, – Cuantas tomo, pregunto el trovador que rompía el silencio de  lugar,
-Solo un vaso mi estimado amigo, solo un vaso, pero has escuchado lo que dijo.. La vio.. y ella lo vio a él..eso no puede ser bueno..
-Si amigo.. nadie la había visto desde hacia mas de 10 años, y ahora resulta que este extranjero la vio partir por la puerta que lleva mas de dos horas sin abrir, eso no puede ser nada bueno.

El cantinero tomo el vaso vació,  y se sorprendió como pudo haberse mantenido tan frio, si no tenia mas que whisky.. y fue tanto el tiempo que sostuvo en las manos un solo vaso.. días difíciles se avecinan.

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